MUSICALES DESQUICIADOS!!!!!!

El género musical es la esencia del llamado séptimo arte. Lo es desde la llegada del sonoro, cuya primera película, The Jazz Singer (1927) era un musical. Pero incluso antes, con el cine mudo, las salas precisaban de un pianista que acariciase las imágenes con música para ayudar al espectador a introducirse en la historia. El género musical, heredero directo de las viejas sesiones del vaudeville, ha permanecido durante décadas como sinónimo del cine como evasión. De este modo las guerras o crisis económicas han funcionado como enormes catalizadores del género, ya que en estos momentos el público necesitaba olvidar sus terribles y grises cotidianeidades para sumergirse en la magia del cine. El musical ha dado grandes obras al cine. Cantando Bajo la Lluvia, West Side Story o Calle 54 prevalecen, entre muchas otras, como obras maestras. Pero también ha dado muchas rarezas dignas de mencionar como algunas de las películas más extravagantes o curiosas jamás realizadas.
LOQUILANDIA (Hellzapoppin, 1941) de H. C. Potter
Más loca y surrealista que cualquier cinta de los Hermanos Marx, esta genialidad merece estar en el podio de las películas más desquiciadas de todos los tiempos. Tan adelantada a su tiempo que cuarenta años después Aterriza Como Puedas copiaba alguno de sus gags. El comienzo es uno de los números musicales más salvajes de la historia del cine, con demonios azotando infieles y diálogos de manicomio. Las canciones del resto de la película tienen gancho, pero lo mejor viene al final, con un hombre que carga un árbol, el monstruo de Frankenstein, hombres sin piernas, piernas sin hombres, número del oeste, ballets y lo más zoofílico que he visto en pantalla, caniches que se deslizan por la entrepierna de acróbatas. Si sigues cuerdo al final, ésta es tu lista.
UNA CABAÑA EN EL CIELO (Cabin in The Sky, 1943) de Vincente Minelli
La primera obra del genio de la Metro, Vincente Minelli, fue una película minoritaria, dirigida al público negro. Presenta estereotipos bastante simples de los afroamericanos, propios de la época, y se basa en una mitología cristiana bastante plana. Aparte de eso es una joyita a recuperar, con escenas delirantes y una deliciosa Lena Horne ejerciendo de tentadora (encima de afroamericana, mujer, doble estereotipo). Pero lo mejor es la aparición de dos grandes del jazz como Duke Ellington y Louis Armstrong, que hace de diablo.
UNA RUBIA EN LA CUMBRE (The Girl Can’t Help It, 1956) de Frank Tashlin
Protagonizada por Tom Ewell, el marido tentado de La Tentación Vive Arriba y esa mezcla mitómana y pechugona de Marilyn Monroe y Sleepy Hollow que fue Jayne Mansfield, y comandada por el director de la mayoría de las películas de Jerry Lewis, si por algo es conocida esta comedia es por contar con la presencia de algunas de las mayores estrellas del rock’n’roll de los cincuentas. Entre ellos, Gene Vincent, The Platters, Fats Domino, un exultante Eddie Cochran y la reina del rock’n’roll, Little Richard, con algunas de sus mejores canciones.
LAS SEÑORITAS DE ROCHEFORT (Les demoiselles de Rochefort, 1967) de Jacques Demy
El francés Demy fue el gran renovador del género musical con su obra maestra de 1964, Los Paraguas de Cherburgo, donde todos los diálogos eran cantados, de la primera a la última línea. Con su segunda incursión en el musical quiso homenajear al musical americano, con escenarios warholianos y la música de Michel Legrand funcionando como el hilo a seguir de esta ópera ultra-pop. En el reparto repite Catherine Deneuve junto a su malograda hermana Françoise Dorléac, muerta en un accidente tras el estreno de la película. Entre los ilustres invitados encontramos al maestro Gene Kelly y a George Chakiris, el inolvidable Bernardo de West Side Story.

DAME UN POCO DE AMOOOR (1968) de José María Forqué
Decir que Dame un Poco de Amooor es la Help española sería pasarnos un poco. Ni Forqué es Richard Lester ni los Bravos son The Beatles. Pero sí hay una lectura castiza y casposa de la genial y surrealista película de los Fab Four, con numerosos puntos en común, como la estética comic o las referencias a Fu-Manchú. El resultado es un batiburrillo yeyé, con Tip y Coll como ilustres invitados y una genial escena final de animación en que Mike Kennedy y sus secuaces son superhéroes que luchan contra ogros mientras cantan una de sus mejores canciones, Bring A Little Loving.
LA LEYENDA DE LA CIUDAD SIN NOMBRE (Paint Your Wagon, 1969) de Joshua Logan
Esta película fue un rotundo fracaso en taquilla en casi todo el mundo. Curiosamente en España tuvo un seguimiento arrollador, llegando a reponerse en los cines durante años. Muestra de la megalomanía a la que llegó el género en los sesentas, a punto estuvo de hundir a su productora, siendo uno de los mayores fiascos de la historia del cine. Pero, dejando los números a parte, la película es un western musical deliciosamente amoral, donde Lee Marvin y Clint Eastwood cantan, ¡con sus propias voces! Una joya que hace de sus mayores defectos sus mejores virtudes. Por cierto que su director ya había probado anteriormente el musical con otro título desquiciado, Camelot (1967)
EL FANTASMA DEL PARAÍSO (Phantom Of The Paradise, 1974) de Brian de Palma
Un año anterior a la mucho más conocida (e inferior) The Rocky Horror Picture Show, El Fantasma del Paraíso es la obra cinematográfica definitiva del glam rock. Con un relato que bebe tanto de El Fantasma de la Ópera y Fausto como de los shows de Alice Cooper en los años 70, esta joya se convierte en las manos de un joven Brian de Palma en una delirante pieza pop llena de momentos inolvidables. El villano está inspirado en el tiránico productor Phil Spector, interpretado por el compositor de su estupenda banda sonora, el diminuto y siniestro Paul Williams, intérprete y compositor de canciones para los Carpenters y los Teleñecos, entre otros (si eso no es siniestro, ¿qué lo es?).
LENNY (1974) de Bob Fosse
Lenny es un musical. Bueno, mucha gente podría discutir eso. Porque de hecho es un musical sin canciones. Pero el director es Bob Fosse, antiguo coreógrafo y director de joyas como Cabaret o All That Jazz, y de hecho estructura la película como si fuese un pieza del género, con los monólogos de Lenny Bruce ejerciendo de interludios musicales. De ese modo, este biopic del terrorista del humor se convierte en una película más musical que la mayoría. Un relato siniestro capaz de mirar a la cámara y mostrar entre luces y sombras de un apabullante blanco y negro sus mejores virtudes y mayores hipocresías. Y cuenta con una de las mejores interpretaciones del monstruoso Dustin Hoffman.
NEW YORK, NEW YORK (1977) de Martin Scorsese
Scorsese, apasionado cinéfilo, quiso homenajear a los musicales de la Metro con esta obra. De hecho su protagonista, Liza Minelli (por entonces pareja sentimental del director italoamericano), es hija de uno de los mitos del musical, Judy Garland. Pero le dio su toque. El resultado es una película tan genial como extraña, que mezcla a partes iguales la historia musical de los años 40, con el ocaso de las big bands y el surgimiento de los vocalistas estrella y el be bop, con la amargura de las relaciones tormentosas propias de películas del director de Toro Salvaje. Liza se sale, y su New Yok, New York (el original) es algo que nunca pudo igualar Sinatra. Y el metódico Robert De Niro consigue dibujar un personaje desagradable pero encantador, y aunque no suena su saxofón en la película, sí llegó a aprender a tocarlo, como buen hijo del actor’s studio.
SGT. PEPPER'S LONELY HEARTS CLUB BAND (1978) de Michaerl Schultz
Con la escusa de hacer una película con canciones de The Beatles se juntaron The Bee Gees y la superestrella de los setenta Peter Frampton en uno de los proyectos musicales más bizarros de todos los tiempos. En su reparto encontramos a actores como Steve Martin o Donald Pleasance junto a bandas como Aerosmith, Alice Cooper o Earth, Wind & Fire. Algunas actuaciones, como la del colaborador de los Beatles Billy Preston, son buenas. De otras mejor no hablamos. Por ahora nadie se ha atrevido a editarla en dvd.
EL MAGO (The Wiz, 1979) de Sidney Lumet
Que alguien me explique cómo un director del prestigio de Sidney Lumet (Doce Hombres sin Piedad, Tarde de Perros, Network…) acabó dirigiendo la versión Motown, y por tanto negra, del Mago de Oz. El resultado es toda una rareza kitsch al servicio de una Diana Ross demasiado entrada en años para hacer creíble su Dorothy, un Michael Jackson haciendo un espantapájaros más saltimbanqui de lo habitual y Richard Pryor como el Mago de Oz.
XANADU (1980) de Robert Greenwald
Considerada una de las 10 mejores peores películas de todos los tiempos por los fundadores de los premios Razzie. También tiene el honor de haber recibido el primer premio Razzie al peor director. Entre sus virtudes, haber juntado a Olivia Newton-John, que probó la amargura del fracaso tras el boom de Grease, y a Gene Kelly, en su desafortunada última aparición frente a las cámaras. La música la puso el grupo ELO y los bailarines van sobre patines, ¿alguien da más?
PADRE NO HAY MÁS QUE DOS (1982) de Mariano Ozores
A alguien se le ocurrió la genial idea de hacer una película de Pajares y Esteso para todos los públicos, y para ello les unieron a Tito y Piraña, de Verano Azul, a la irritante estrella infantil Chispita y al perro pulgoso de las películas de Parchís. Por si la mezcla no fuera lo suficientemente explosiva, aparecen en un número vestidos de Frankenstein e Igor, y en otro de macarras con el grandioso tema Colega, Mola un Montón. Para salvaguardar la moral de los infantes no hay protuberancias mamarias a la vista.
FORBIDDEN ZONE (1982) de Richard Elfman
Esta rareza cuenta las visicitudes de un mondo subterráneo al que se llega por un conducto digestivo, poblado por una rana con forma humana, una sádica ninfómana, un par de hermanos salidos de Los Tres Chiflados y un enano libidinoso como rey. El resto son canciones desquiciadas de Cab Calloway y mucha mala baba underground. Es la opera prima de Richard Elfman, hermano del famoso compositor de las películas de Tim Burton, Danny Elfman, quien aparece en la película como demonio junto a su grupo de entonces, los Oingo Boingo. Pero el gran protagonista es el enano Hervé Villechaize, compañero de Christopher Lee-Scaramanga en la película Bond El Hombre de la Pistola de Oro y el doble de Felipe González a quien Javier Gurruchaga le hizo una famosa entrevista televisiva ochentera.
LA FELICIDAD DE LOS KATAKURI (Katakuri-ke no kôfuku, 2001) de Takashi Miike
La obra musical del milenio, dirigida por el director más radical, el japonés Miike, autor de genialidades extremas como Dead Or Alive o Gozu. Una mezcla llena de sorpresas entre Sonrisas y Lágrimas y La Noche de los Muertos Vivientes en la que no faltan luchadores de sumo pederastas, números musicales al estilo Hollywood, animación gore y hasta una canción de karaoke.

1 comentario:

Faraonika dijo...

Ojos que te ven (o en este caso que te leen). A ver si actualizas más amenudo. Y a partir del miércoles cuidado cuando salgas a la calle que puedes encontrarte con una servidora jeje.
Un saludo!!!