ROCK'N'ROLL EN EL MANICOMIO

Fue Napoleón quien dijo que nada estaba más lejos de la genialidad que la cordura. Y algunos honorables miembros de la industria musical se tomaron a raja tabla la cita. Hoy hablaremos de dos músicos que pasaron por el manicomio, muy a su pesar. El primer caso es el de Rocky Erickson, fundador y líder de uno de los grupos claves de la era psicodélica en el San Francisco de los años 60, y con nombre más rebuscado: 13th Floor Elevators (Los Ascensores del Decimotercer Piso). Erickson era un apasionado del culto masónico de los Illuminati que tomaba mucho LSD y en medio de sus viajes de ácido y lecturas de Nietzsche y Crowley fundó el grupo por el que sería recordado. Su tema más famoso, You're Gonna Miss Me, sólo llegaría al número 55 de las listas de éxito, pero le daría al grupo el status de banda de culto. Los 13th Floor Elevators habían elegido erigirse en guerrilla musical antes que producto de éxito. En sus dos discos publicados a finales de los 60 podemos encontrar algunos de los temas más originales de la era psicodélica.

Erickson casi no participó en el tercer y último disco del grupo. Fue detenido en 1969 por fumar marihuana, enfrentándose a una pena de diez años de cárcel. Ante el riesgo de la cárcel al bueno de Rocky no se le ocurrió mejor salida que decir que era un extraterrestre, consiguiendo que se le declarase mentalmente incapaz. La consecuencia fue pasar tres años y medio en un psiquiátrico donde se convirtió en un vegetal gracias a una tortura de electroshocks y thorazina que acabaron por derrumbar el ya de por sí frágil estado mental del artista. Al salir del manicomio era un zombie que sólo hablaba de vampiros, alienígenas y conspiraciones en frases inconexas. Actualmente Rocky ha vuelto a actuar y poco a poco vuelve a ser la sombra del hombre que una vez fue.

El otro músico que tuvo que usar la camisa de fuerza del que hablaremos hoy es Peter Green. Peter Greenbaum (su verdadero nombre) es uno de los músicos más importantes e influyentes del siglo XX. Normalmente cuando se hace una de esas listas con los mejores guitarristas de todos los tiempos, Peter aparece en segunda posición (después del inevitable Hendrix). Green era un niño judío que tuvo que vivir en primera persona la discriminación y el aislamiento, y enfocó toda su frustración a perfeccionar el arte de su música. En los años 60 se hizo un hueco sustituyendo al "Dios" Eric Clapton como guitarrista en la banda-escuela de los Bluesbreakers de John Mayall, pionero del r'n'b británico. Pronto Green se hizo un nombre y fundó junto a otros desertores de la banda de los Bluesbreakers la banda que le daría éxito y locura, Fleetwood Mac. Con el grupo Green alcanzaría fama internacional a su marca de fábrica de guitarrista donde la máxima "menos es más" cobraba otro sentido. Lo que otros contaban en una canción Green lo narraba en una de sus notas cadentes. Reconocidos bluesman reconocían en Green al heredero de su legado, un blanco que podía tocar el blues con el sentimiento de un negro. Parte de sus frustraciones infantiles, unidas a su experimentación con las drogas y la terrible contradicción que le producía tener que seguir el juego comercial de las compañías discográficas hicieron mella en el estilo de Green, pero también lo hicieron en su mente que acabó trastornada en el transcurso del juego.

Antes Green nos había regalado una evolución musical impresionante, desde su primer disco de blues hasta el último que grabó con el grupo, el fabuloso Then Play On (1969), uno de los mejores discos de la historia del rock, clave en la evolución del género, pasando por algunos maravillosos singles como el etéreo tema instrumental Albatross o el blues con toques latinos Black Magic Woman, que populizaría Santana en los 70. Para cuando grabó su tema rock Green Malashi el guitarrista vivía en su propio mundo, aparecía en sus actuaciones vestido de monje encapuchado y, renegando del judaísmo, seguía una mezcla de cristianismo y budismo, Green entra en trance en Alemania donde, hasta las cejas de LSD, decide unirse a una comuna y dejarlo todo. Aunque le convencen para que no lo haga, en una pesadilla un perro verde le dice que todos sus problemas tienen que ver con el dinero, razón por la que escribe la popular canción Green Malashi, antecedente claro del heavy metal. Green regala todo su dinero y sus guitarras, deja su grupo y comienza su etapa más oscura, malviviendo en la calle y alternando periodos de lucidez con violentos ataques y alucinaciones. Es ingresado en un hospital y pasan unos años sin que se sepa nada de él. En 1977 vuelve a ser internado tras amenazar con matar a su agente, quien había congelado su cuenta. Mientras Green se hundía en la esquizofrenia, su grupo, Fleetwood Mac, menos escrupulosos a la hora de venderse a la industria musical conseguían con su disco Rumours uno de los discos más vendidos de la historia. Pero Green retornaría de su viaje a la nada gracias a empezar a grabar en pequeñas discográficas donde no se ejercía presión sobre su música y a la ayuda de su nuevo matrimonio. En los 80 vuelven los rumores de que se ha visto a Green durmiendo a la intemperie, mientras un falso Peter Green intentaba grabar con ese nombre aprovechando la desaparición del original. Mientras, Green se había confinado en su casa, pasando el día viendo la televisión y saliendo sólo para pescar. En los 90 vuelve a encontrar ilusión de hacer música y ofrece actuaciones con su nueva banda de blues, el Splinter Group. Actualmente Green parece haber vuelto a la actividad y mantiene un ritmo de actuaciones y discos que hacen pensar que la vuelta del músico es definitiva. Crucemos los dedos para que no se crucen más perros verdes en sus sueños.







1 comentario:

Dani The Girl dijo...

qué buenos datos :)