No es que la carrera cinematográfica de este campeón de kárate y kickboxing haya sido brillante, o siquiera destacable, pero no deja de ser un personaje de lo más curioso. Su "carrera cinematográfica" despegó gracias a su participación en la película de Bruce Lee El Furor del Dragón. Tras ésta Chuck participó en algunas cintas de acción en los años 80, destacando las trilogías Delta Force (en la primera de ellas junto a un talludito Lee Marvin) y Desaparecido en Combate, en las que mostraba un estilo de testosterona, artes marciales y patriotismo a raudales. Sus cintas fueron carne de videoclub, y acabó en la televisión, donde adquirió gran popularidad con la serie Walker: Texas Ranger. La serie llegó a emitirse durante ocho temporadas, produciendo además una película y un amplio seguimiento. Mi abuela, fan de la serie, siempre sospechó que ese ranger bajito era en realidad el Fari con una barba postiza.
Chuck creó un arte marcial llamado Chun Kuk Do, en cuyo código de honor podemos leer reglas como éstas: mantendré respeto hacia las autoridades y lo demostraré todo el tiempo, o me mantendré siempre leal a Dios, mi país, mi familia y a mis amigos. Esto, sumado a las colaboraciones de Chuck en páginas conservadoras y a hacer anuncios en que promueve el estudio de la biblia, hacen de Chuck el apoyo perfecto para cualquier candidato republicano que se precie. Si todo esto les parece poca razón para no invitar a Chuck a cenar recuerden por un momento como hace pocos años muchos de nosotros trasnochábamos para ver una y otra vez a Chuck en el teletienda vendiendo máquinas para hacer abdominales.
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