LA MALDICIÓN DE SUPERMAN

Debemos empezar el capítulo de hoy agradeciendo a Dragón de Azúcar el primer comentario que alguien ha puesto en este humilde blog. Es una alegría ver que nos lee alguien que no sea de la familia. ¡Un saludo Dragón! Volviendo al tema que nos ocupa, y siguiendo con la estela marcada por el reciente capítulo sobre la Pandilla, hoy hablaremos de otra leyenda urbana: la maldición de Superman. Y no hablamos de la cantidad de niños que acabaron fracturados y/o estellados contra el asfalto en su ansia de querer imitar la falta de gravedad del primer superhéroe de la historia, sino de la siniestra fatalidad que acompañó a dos de los actores que popularizaron al personaje: George Reeves y Christopher Reeve, quienes no tenían ningún parentesco pese a la similitud de sus apellidos.

George Reeves protagonizó las cinco temporadas televisivas que se emitieron de Las Aventuras de Superman entre 1952 y 1957. El personaje le dio al actor una gran popularidad, pero al cancelarse el programa Reeves no pudo encontrar trabajo. El personaje se había comido al hombre. Para entonces George ya era un mujeriego asiduo a orgías aderezadas con alcohol. George mantenía por aquel entonces un tórrido romance con la esposa de un pez gordo de la MGM conocido por sus conexiones con el crimen organizado. La falta de trabajo hizo que se viera en sus horas más bajas rebajado a hacer exhibiciones de wrestling vestido como el Hombre de Acero. Sabiendo que había tocado fondo Reeves rehizo su vida, alejándose de su amante y enamorándose de una dama de la alta sociedad con la que planeaba casarse. Una película en España y su reincorporación a la serie de Las Aventuras de Superman prometían el relanzamiento de la maltrecha carrera del actor. Pero el 16 de Junio de 1959 una bala acababa con la vida del actor. El informe del forense dijo que había sido un "suicidio intencionado", pero varias pruebas ponían en duda tal afirmación: las huellas dactilares de Reeves no estaban en el arma, no había restos de pólvora en su cabeza, la pistola fue encontrada a los pies de la cama y el casquillo bajo su cuerpo, había dos agujeros de bala más en el cuarto... Hoy en día la muerte de Reeves sigue siendo un misterio, una investigación de un abogado contratado por la madre del actor descubrió que éste ya había sufrido varios "misteriosos accidentes" anteriormente a su desgraciada muerte.

Siniestro destino fue también el que sufrió el actor Christopher Reeve. Reeve había protagonizado la que sería la versión definitiva del mito, el Superman de Richard Donner (La Profecía, los Goonies) de 1978, una joya cinematográfica que contó con algunos de los mayores genios del cine: Mario Puzo, autor de El Padrino hizo el guión, John Williams la música y su reparto contaba con Marlon Brando, Gene Hackman y Ned Beatty, aunque el gran descubrimiento fue Christopher Reeve, actor debutante cuya imagen perfecta se asociaría eternamente con el Hombre de Acero. Reeve llegaría a protagonizar tres películas más de Superman, dos de ellas dirigidas por Richard Lester (Help, La Sala de Estar con Cama), siendo especialmente memorable la tercera parte con la participación del humorista y activista social Richard Pryor. Aparte de algunas gloriosas excepciones como Death Trap dirigida por el genial Sidney Lumet en la que mantenía un romance con Michael Caine o Noises Off (¡Qué Ruina de Función!) de Peter Bognadovich, en la que curiosamente también compartía cartel con Caine, la carrera de Reeve se vio muy limitada. De nuevo el personaje se había comido al actor. En 1995, en una noticia que dio la vuelta al mundo, el actor queda tetraplejico tras caer de un caballo. El actor pudo subsistir en EEUU (uno de los países más atrasados en cuanto a prestaciones sociales) gracias al apoyo de amigos como Robin Williams que pagó sus facturas médicas. Reeve siguió trabajando, doblando dibujos animados, dirigiendo telefilmes y protagonizando un remake de La Ventana Indiscreta de Hitchcock, hasta su muerte en 2006. Podríamos decir que éste ha sido el final de la leyenda negra de Superman, pero después de ver el infumable engendro llamado Superman Returns (2006) sólo podemos decir que la degradación va a más.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es realmente triste la historia de ambos Reeves, pero la leyenda negra de Superman no termina allí.

Según he averiguado, Margot Kidder, la fea Luisa Lane de la peliculas de Christopher Reeve, luego de culminada la saga tuvo serios problemas emosionales/psicológicos (llamado por los que saben 'desorden bipolar'). Este problema le llevó a intentar suicidarse en varias ocasiones.
Tras el éxito de Superman consiguió numerosos trabajos durante toda la década de 1980 entre los cuales están incluidas las secuelas.
En 1987 encarnó a Lois Lane por última vez en "Superman 4", considerada unánimemente como la peor de la saga.
En 1988 le diagnóticaron un trastorno maníaco depresivo.
En 1996, cuando iba a comenzar a escribir su autobiografía, empezó a volverse paranoica llegando a pensar que su marido quería matarla. Esto le llevo a huir y a fingir su propia muerte.

Para más datos:

http://es.wikipedia.org/wiki/Margot_Kidder

La diferencia es que ne ella la maldición parece limitarse a actuar en peliculas de dudosa calidad.

J.

ALFONSO BUENO dijo...

Gracias por tu apreciación Dragón. Sin duda la pobre Margot merece ser incluida como una de las afectadas por la siniestra maldición. Y eso que ella ya tenía una carrera a sus espaldas cuando le ofrecieron el jugoso papel de Lois Lane. Aunque casi todas sus actuaciones habían sido para televisión también protagonizó una de las primeras películas de ese discípulo de Hitchcock que es Brian de Palma, en concreto Hermanas (Sisters, 1973) interpretando un doble papel en un tipo de historia esquizofrénica que luego perfeccionaría David Cronenberg en la no menos inquietante Inseparables (Dead Ringers, 1988). A pesar de no la típica belleza hay que reconocer que el físico de Margot era el idóneo para interpretar el personaje proto-feminista de Lois, y ninguna de las actrices que han interpretado el personaje posteriormente se puede igualar a Margot. Ni Teri Hatcher (Lois y Clark), ni Erica Durance (Smallvile), ni mucho menos la perfecta Kate Bosworth (Superman Returns) supieron dotar al papel de la naturalidad que le otorgaba Margot. Por cierto que siempre me pregunté por qué en la tercera parte se cargaban su papel en favor de la sosa de Lana Lang. Otro dato curioso de Margot es que en vista de la sequía de papeles tuvo que salir desnuda en playboy demostrando, entre otras cosas, que la depilación púbica es un invento posterior a los años 70.