THE RAT PACK

2007 ha visto morir una leyenda. Joey Bishop, el último miembro vivo del mítico Rat Pack de Frank Sinatra, moría en Octubre, y sólo 24 horas después el Sands Hotel Atlantic City era demolido. Era el fin de una era de martinis y mujeres abrazadas por trajes de seda azul, de swing y una sección de vientos acariciando la voz de Dean Martin, mafiosos y políticos, actrices y estafadores. Como nos relataba Martin Scorsese en el epílogo de su genial película Casino, ya nada será igual. Un Las Vegas adulterado y convertido en atracción turística para grupos de jubilados, lleno de atracciones familiares e hileras de máquinas tragaperras no se puede comparar al estilo de la ciudad en los años 50 y 60, cuando reinaban Sinatra y sus secuaces, la sin par Rat Pack.
El Rat Pack original surgió como un grupo de reunión de unos actores vecinos que querían superar su alcoholismo. Entre estos actores se encontraban Humphrey Bogart, Judy Garland, Lauren Bacall, David Niven y un joven Frank Sinatra. Años después Sinatra se apropiaría del nombre con las intenciones contrarias, su Rat Pack era un grupo que se dedicaba a beber todo lo que podía, amar (en el sentido bíblico) a cuanta más gente mejor y cometer toda clase de descerebradas fechorías. El punk antes del punk.
En este singular grupo de gamberros con clase se encontraban dos de los mejores crooners de todos los tiempos, el genial Dean Martin y el polifacético Sammy Davis Jr. quienes hacían un equipo irrepetible junto a Sinatra en el escenario. Acompañando a los tres cantantes (y actores) estaban el actor Peter Lawford y el cómico Joey Bishop. Algunas actrices orbitaban alrededor del grupo como la brillante Shirley McLaine y la bellísima Angie Dickinson. El grupo se hizo famoso por sus actuaciones en las Vegas. En dichas actuaciones el grupo salía a divertirse, generando una empatía con el público gracias a la irresistible actitud pasota y la clase de Dino, la profesionalidad de Sinatra y la versatilidad de Sammy. También hicieron juntos una serie de películas, la mayoría sólo rescatables por las actuaciones musicales del trío. La primera de la saga es una obra maestra, La Cuadrilla de los Once (Ocean's Eleven, 1960), una excelente cinta que retrata las Vegas de la época, y el testamento cinematográfico del grupo. No hace falta decir que los espectadores hemos tenido que sufrir recientemente una aburrida, artificiosa y vacía trilogía donde se adaptaba sin imaginación el original en manos del sobrevalorado Steven Soderbergh y para mayor lucimiento de los figurines Clooney y Pitt. El resto de películas del Rat Pack de Sinatra son bastante mediocres si las comparamos con Ocean's Eleven, incluyendo varios westerns y una comedia mafiosa, Cuatro Gángsters de Chicago (Robin and the Seven Hoods, 1964), en la que participó el veterano e idolatrado crooner Bing Crosby.

Pero sobre todo ellos estaban juntos para divertirse, haciendo lo que les viniera en gana. Sus relaciones con la mafia, sus continuos escarceos alcohólicos y escándalos sexuales, sumados a la relación del grupo con poderosos políticos, siendo el más notable el presidente de EEUU John F. Kennedy, cuñado de Peter Lawford, hicieron que su leyenda fuese una de las más interesantes en los años 60. Su luz se fue extiguiendo a medida que su poder se desvanecía y veían desaparecer su mundo de luces de neón y fiestas nocturnas en los casinos. Sus conciertos pasaron de ser reuniones de la alta sociedad y el crimen organizado a atracciones de aire nostálgico para toda la familia. El Rat Pack sufrió la maldición de las Vegas. Y en el 2007 desaparecen los últimos vestigios de ese estilo inigualable. El mundo ya no tiene cabida para un Dean Martin, ni siquiera para un Joey Bishop. Y otra luz de neón se apaga en el horizonte.



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